Las noticias virales infectan el periodismo
Hace tiempo que todos hemos asistido al nacimiento de un nuevo género periodístico en los medios digitales que pasará a la historia como el principio del fin de la información: Se trata ni más ni menos que de las noticias virales.
Por si todavía algún internauta no comprende a qué me refiero cuando hablo de las noticias virales me explicaré un poco mejor. Son esos textos, esos artículos de interés humano o más bien humorístico que rayan en el absurdo y que están concebidos únicamente para llamar la atención del lector y ser compartidos hasta la saciedad en las Redes Sociales.
Hay que reconocer que las noticias virales tienen su mérito. Este novedoso formato carente de contenido idiotiza a periodistas y lectores por igual. Basta incorporar un titular sorprendente e impactante a un cuerpo de texto en el que se escriba una gracia tras otra en forma de lista y ya está todo hecho. ¡A cosechar miles de clicks, retweets y Me gusta!
¿Ese es el objetivo que persigue el periodismo actual? ¿Informar sobre acontecimientos relevantes ya no interesa a nadie? ¿Profundizar en temas de actualidad mediante el análisis y la opinión ya no es labor de los redactores? Quizá los medios hayan decidido abrazar sin tapujos la alarmante idea de que la cultura importa sólo a unos pocos y no es rentable continuar difundiéndola.
Me vais a perdonar pero no veo que tienen que ver las noticias virales con el periodismo de ninguna de las formas. Lo he intentado, en serio, pero es que me supera. Y mira que eso de sensacionalismo, sexo y sangre es una táctica muy gastada para ganar lectores en algunos medios que en mi opinión no merecen ese nombre.
Bajo mi punto de vista, las noticias virales o páginas como Buzzfeed se han limitado a utilizar las nuevas tecnologías de la información como mecanismo para renovar viejas estrategias de segunda clase para atraer al lector y aumentar las audiencias.
Parte de la culpa del surgimiento de las noticias virales la tienen asimismo las prácticas de clickbait presentes en grandes y pequeños portales informativos. Todo el mundo quiere leer “La insólita respuesta de Pedro Sánchez a Rajoy” en lugar de “Cruce de declaraciones entre los líderes del PSOE y el PP” o bien “Medidas infalibles para perder peso en dos semanas” en vez de “La importancia de una dieta saludable”.
Sin embargo, y a pesar de todo lo dicho más arriba, no desearía que nadie se confundiera respecto a los verdaderos responsables de la existencia de noticias virales de dudosa o nula calidad: Los responsables de los medios, periodistas y lectores.
Quizá algunos piensen que los jefazos de los medios tienen la culpa de todo ya que los pobres periodistas son meros asalariados y los lectores no pueden defenderse ante la avalancha de contenidos que saturan sus timelines. Lo siento, eso es mentira.
Es cierto que a los periodistas no les queda otra opción que acatar las decisiones de los de arriba en su lugar de trabajo pero muchos han aprovechado su pericia con las noticias virales para promocionar sus propias webs en sus perfiles sociales. Cuando algo te parece deleznable, simplemente lo desechas y no caben medias tintas.
Por otro lado, el lector puede elegir no gastar su tiempo en contenidos basura diseñados específicamente para que el medio gane dinero y visibilidad mientras su público va perdiendo neuronas poco a poco pero inexorablemente.
Espero de todo corazón que las noticias virales no se conviertan en presente y futuro de la profesión periodística. Y no lo digo por mi bien y el de mis colegas, aunque me resulte deprimente ver reducido el oficio de redactor a escribir cantidades ingentes de frases facilonas y tópicos maltraídos. Lo digo porque creo firmemente que el buen periodismo es un bien social que hay que proteger.