
Posicionamiento SEO VS Contenido original

El posicionamiento SEO es algo tremendamente familiar para los autores que nos movemos en este mundillo de los blogs y los medios digitales.
Pero a veces, la obsesión por hacer que los artículos que una escribe sean más visibles y lleguen a más gente provoca que la originalidad y la utilidad de los textos se vayan a paseo.
No quiero decir con esto que no se deba prestar atención al posicionamiento SEO. Elegir cuidadosamente los términos clave de una entrada y cuidar que la densidad de estas keywords a lo largo del texto sea la adecuada es fundamental.
Sin embargo, atender únicamente a los mismos temas que la competencia sólo sirve para generar nuevas versiones y refritos de artículos que ya se han difundido cientos de veces por la red.
Ya sé lo que más de uno estará pensando… ¿Y la entrada de Página Rota sobre el ébola en los medios de comunicación? ¿Es que no habían salido a la luz bastantes artículos de opinión sobre ese tema en particular?
La respuesta a esa cuestión es… pues sí. Pero por increíble que parezca no fue el posicionamiento SEO lo que me empujó a escribir aquella entrada. Fue más bien un desahogo personal, un intento de apelar a la responsabilidad de los medios como agentes sociales y formadores de opinión.
Vamos, que quería hablar de ese asunto y tampoco me paré a pensar si ya habrían corrido suficientes ríos de tinta sobre el enfoque alarmista que estaban teniendo los medios respecto a la epidemia de ébola.
Lo que estoy tratando de explicar es que el posicionamiento SEO es un arma de doble filo para el bloguero. Por un lado, da seguridad porque si se eligen los contenidos en función de la popularidad de ciertas palabras clave o siguiendo las indicaciones de Google Trends parece que nada puede salir mal.
Pero por otra parte, este tipo de prácticas convierten a periodistas, escritores y demás profesionales de otros sectores que se mueven por la red en verdaderos autómatas. No es de extrañar que Google penalice el contenido repetido.
Todo el mundo sabe que hay gente que ni siquiera se molesta en retocar la información que recicla de otras webs. El copia y pega es la ley del mínimo esfuerzo y lo peor de todo es que no sirve para nada. Los bots de Google no son tontos.
Yo podría haber escrito una entrada sobre lo maravilloso que es el posicionamiento SEO. Por ejemplo, sobre lo importante que es generar “contenidos de calidad” pero sin entrar a definir en ningún momento qué es eso.
¿Pero de qué serviría? Hay muchos expertos en márketing que pueden explicar mejor que nadie las técnicas de redacción de cara a aumentar el número de visitas y el alcance de un blog. Los comunicadores hemos aprendido esas cuestiones a marchas forzadas pero no son nuestra especialidad por más cursos de márketing online que llevemos a nuestras espaldas.
En definitiva, mi consejo para mis compañeros blogueros es que no dejen que su creatividad, su ingenio y sus ganas de contar cosas y compartir experiencias queden empañados por el posicionamiento SEO.
Bombardear al internauta con las mismas ideas una y otra vez no tiene sentido. La libertad de expresión consiste en que todos podamos tener nuestra propia voz y no nos convirtamos en loritos repitiendo lo que se supone que la mayoría quiere oír. ¡Hay todo un mundo de ideas esperando ser explorado!