Etiqueta: Periodismo

La calidad de los contenidos de RTVE al descubierto

La calidad de los contenidos de RTVE al descubierto

Logo de RTVE.
Los españoles opinan sobre la calidad de los contenidos de RTVE.

En una encuesta publicada recientemente por CNMC Blog se dice que los españoles estamos relativamente satisfechos con la calidad de los contenidos de RTVE. El 34,6% de las personas consultadas piensa que la programación de nuestra televisión pública es buena y variada.

A primera vista este resultado parece positivo pero en mi opinión el porcentaje de gente conforme con la calidad de los contenidos de RTVE es bastante deprimente. Que algo más de un tercio de los encuestados piense que la programación es adecuada no es motivo para que el medio en cuestión eche las campanas al vuelo.

La información y el entretenimiento son los dos pilares sobre los que se asienta la calidad de los contenidos de RTVE y los de cualquier otro medio de comunicación. Sin embargo, llegados a este punto me gustaría ir un paso más allá y plantear la cuestión de en qué consiste exactamente la oferta de entretenimiento que nos hace la televisión pública.

Definitivamente, no creo que la calidad de los contenidos de RTVE deba medirse por el número de documentales sobre fauna salvaje que es capaz de emitir en un año. Por supuesto, cuando hablamos de entretenimiento no nos podemos quedar estancados en la repetición de viejas fórmulas y hay alternativas más allá del apasionante mundo de la sabana africana.

No obstante, me asusta un poco que la apuesta de RTVE para amenizar las noches de la audiencia sean cosas como el programa Hora Punta, por ejemplo. No sé si vosotros, queridos lectores, coincidiréis conmigo pero a mí me resulta bochornoso que en la televisión de todos los españoles tengan cabida contenidos y comportamientos tan fuera de lugar, tan maleducados e irrespetuosos, tan absurdos en definitiva.

Creo que es una lástima que un ente radio televisivo con la historia y la credibilidad de RTVE ensucie su reputación cayendo en los trucos más simplones y de mal gusto para mantener los índices de audiencia. Parece que imitar lo peor del modelo de las televisiones privadas es todo lo que se puede hacer hoy en día para tener contento al telespectador.

Ojo, según mi punto de vista no está todo perdido pero creo que hay que remar en la dirección de la profesionalidad y la responsabilidad social. La credibilidad de un medio se pierde con mayor facilidad de lo que se gana y ya son mayoría los que no confían en la objetividad de los servicios informativos de RTVE.

Además, está el problema de envejecimiento de la audiencia. Por lo visto, la calidad de los contenidos de RTVE no es suficiente para atraer a los jóvenes y son los mayores de 65 años los que más consumen radio y televisión pública.

En suma, creo que el futuro de RTVE es cuando menos precario aunque aún no se han llegado a situaciones verdaderamente alarmantes. Un hecho que debería preocupar a los periodistas con vocación de servicio a la ciudadanía y que valoran el papel de los medios como vehículos educativos y creadores de pautas de consumo.

El diccionario: amigo inseparable del redactor

El diccionario: amigo inseparable del redactor

Diferentes ediciones del Diccionario de la Real Academia de la lengua Española.
Un diccionario es el libro de cabecera de un buen periodista.

Muchas son las herramientas con las que contamos los periodistas para escribir noticias y contenidos en la era digital. Sin embargo, creo que el diccionario sigue siendo el mejor recurso con el que cuenta el redactor para dotar de estilo y corrección lingüística a su trabajo.

Quizá algunos de mis fieles seguidores se pregunten por qué he decidido dedicar la entrada de esta semana a defender el uso del diccionario. La respuesta es bien sencilla: no hay nada más efectivo para ampliar vocabulario y resolver las dudas que puedan presentarse en materia de ortografía. Cuestiones que han de ocupar parte de la atención de un periodista.

En mi opinión, hoy en día se confía demasiado en que los correctores ortográficos van a solucionarnos la papeleta de escribir con propiedad sin demasiado esfuerzo por nuestra parte. Desgraciadamente, esta es una creencia tan arraigada que ni siquiera los periodistas y profesionales de la escritura nos libramos de ella. La falta de tiempo y las exigencias laborales no son excusa.

Además, no olvidemos que en muchos casos hacer que un contenido resulte original para buscadores como Google es algo tan simple como reorganizar información ya existente y expresarla con otras palabras. Para eso, por ejemplo, un diccionario de sinónimos y antónimos vendría como anillo al dedo.

Por si esto fuera poco, mantener la costumbre de consultar el diccionario es algo bueno por dos razones fundamentales. La primera de ellas que obliga a nuestra cerebro a ponerse en marcha cuando tropezamos con un vocablo nuevo o con una palabra que tenemos dificultades para definir por nosotros mismos.

Las diferentes acepciones de un mismo concepto que engloba un diccionario nos ayudan a comprender mejor el sentido de cada palabra y los distintos contextos en los que pueden aparecer. A veces, una palabra significa una cosa u otra en función del contexto y es importante distinguirlo. Aprendemos de verdad sólo a través del esfuerzo intelectual y la puesta en práctica de los conocimientos adquiridos.

El segundo motivo por el que el diccionario es fundamental para un redactor es que en ocasiones evita que caigamos en vicios y coletillas a la hora de escribir empobreciendo así nuestros textos. Cuando se realiza una actividad repetidamente, la escritura incluida, es natural contraer manías y automatizar ciertas tareas. Por eso es importante revisar el resultado final diccionario en mano.

Si he de hablar de preferencias personales tengo que confesar que prefiero un diccionario en papel de los de toda la vida a las aplicaciones móviles o a los que pueden consultarse a través de una página web.

No obstante, la nostalgia no me impide ver que un diccionario en formato digital tiene la ventaja de poder consultarse en cualquier parte de un modo rápido y sencillo sin el inconveniente de manejar pesados volúmenes. ¡La utilización del móvil para estos menesteres da un nuevo significado a la expresión diccionario de bolsillo!

En suma, el diccionario debe ser uno de los libros de cabecera de cualquier redactor. Da igual la experiencia que se tenga y la soltura con la que se elaboren los textos. El español es un idioma hermoso, rico y complejo del que siempre se pueden aprender cosas nuevas.

Las noticias virales infectan el periodismo

Las noticias virales infectan el periodismo

Médico señalando iconos de las Redes Sociales relacionadas con las noticias virales..
Advertencia: Las noticias virales perjudican seriamente la salud.

Hace tiempo que todos hemos asistido al nacimiento de un nuevo género periodístico en los medios digitales que pasará a la historia como el principio del fin de la información: Se trata ni más ni menos que de las noticias virales.

Por si todavía algún internauta no comprende a qué me refiero cuando hablo de las noticias virales me explicaré un poco mejor. Son esos textos, esos artículos de interés humano o más bien humorístico que rayan en el absurdo y que están concebidos únicamente para llamar la atención del lector y ser compartidos hasta la saciedad en las Redes Sociales.

Hay que reconocer que las noticias virales tienen su mérito. Este novedoso formato carente de contenido idiotiza a periodistas y lectores por igual. Basta incorporar un titular sorprendente e impactante a un cuerpo de texto en el que se escriba una gracia tras otra en forma de lista y ya está todo hecho. ¡A cosechar miles de clicks, retweets y Me gusta!

¿Ese es el objetivo que persigue el periodismo actual? ¿Informar sobre acontecimientos relevantes ya no interesa a nadie? ¿Profundizar en temas de actualidad mediante el análisis y la opinión ya no es labor de los redactores? Quizá los medios hayan decidido abrazar sin tapujos la alarmante idea de que la cultura importa sólo a unos pocos y no es rentable continuar difundiéndola.

Me vais a perdonar pero no veo que tienen que ver las noticias virales con el periodismo de ninguna de las formas. Lo he intentado, en serio, pero es que me supera. Y mira que eso de sensacionalismo, sexo y sangre es una táctica muy gastada para ganar lectores en algunos medios que en mi opinión no merecen ese nombre.

Bajo mi punto de vista, las noticias virales o páginas como Buzzfeed se han limitado a utilizar las nuevas tecnologías de la información como mecanismo para renovar viejas estrategias de segunda clase para atraer al lector y aumentar las audiencias.

Parte de la culpa del surgimiento de las noticias virales la tienen asimismo las prácticas de clickbait presentes en grandes y pequeños portales informativos. Todo el mundo quiere leer “La insólita respuesta de Pedro Sánchez a Rajoy” en lugar de “Cruce de declaraciones entre los líderes del PSOE y el PP” o bien “Medidas infalibles para perder peso en dos semanas” en vez de “La importancia de una dieta saludable”.

Sin embargo, y a pesar de todo lo dicho más arriba, no desearía que nadie se confundiera respecto a los verdaderos responsables de la existencia de noticias virales de dudosa o nula calidad: Los responsables de los medios, periodistas y lectores.

Quizá algunos piensen que los jefazos de los medios tienen la culpa de todo ya que los pobres periodistas son meros asalariados y los lectores no pueden defenderse ante la avalancha de contenidos que saturan sus timelines. Lo siento, eso es mentira.

Es cierto que a los periodistas no les queda otra opción que acatar las decisiones de los de arriba en su lugar de trabajo pero muchos han aprovechado su pericia con las noticias virales para promocionar sus propias webs

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Periodismo deportivo: Sensacionalismo y mentiras

Periodismo deportivo: Sensacionalismo y mentiras

Enfado de Cuéllar en rueda de prensa ante la falta de ética del periodismo deportivo.
Enfado de Cuéllar ante la falta de ética del periodismo deportivo.

Después del breve paréntesis con motivo de la fiesta nacional del 12 de octubre toca volver los ojos hacia el periodismo deportivo. Recientemente hemos tenido un par de ejemplos de diferente índole de la decadencia de esta rama informativa. Me refiero claro está al famoso vídeo de los futbolistas del Eibar y a la rueda de prensa del portero del Sporting de Gijón.

He de confesar que nunca me ha atraído especialmente el periodismo deportivo y que no soy ni mucho menos una experta en esta clase de contenidos. Sin embargo, a mi humilde entender la base de estas noticias descansa sobre el desarrollo y los resultados de diversas competiciones de carácter atlético.

A tenor de lo ocurrido en estos últimos días cualquiera podría pensar que no tengo ni idea de lo que hablo. ¿A quién le importa el deporte cuando los medios dan cobertura y difusión a vídeos de contenido sexual? ¿Y para qué se va a informar verazmente de lo que ocurre fuera de un campo de fútbol cuando se puede inventar una situación más jugosa?

Como creo que el periodismo deportivo en España está haciendo aguas por distintas razones voy a ir por partes. En primer lugar, centraré mi atención en ese vídeo dónde aparecen Sergi Enrich y Antonio Luna en circunstancias un tanto indecorosas. No esperéis que suba las imágenes para satisfacer la curiosidad insana de algunos. No es difícil de encontrar pero en Página Rota sólo hallaréis opiniones.

Creo que ese vídeo y lo que se ve en él entra dentro de la esfera privada de ambos futbolistas del Eibar y de la mujer que los acompañaba. Si la difusión de las imágenes fue consentida o no y hasta dónde llegan las consecuencias de que el vídeo se hiciese público es algo que la justicia tendrá que dictaminar.

El sexo vende y no sirve de nada negar esta verdad. Sin embargo, cabe plantearse hacia dónde va el periodismo y la sociedad que lo consume si se le da tanta importancia al morbo que se olvidan los valores del respeto a la intimidad y la privacidad del individuo.

Además, en realidad este tipo de cuestiones no preocupan lo más mínimo a los verdaderos aficionados del Eibar. El asunto se ha inflado hasta proporciones que van más allá de lo ridículo en gran parte debido a la insistente cobertura mediática y al efecto de las Redes Sociales. Qué maravilla que todos estemos conectados permanentemente y que lo compartamos todo…

Por otra parte, la polémica rueda de prensa de Cuéllar encarándose con un periodista con toda la razón es harina de otro costal. De acuerdo, he visto el vídeo y el portero pierde las formas pero eso no significa que no lo hiciera con motivo ni que su reacción estuviera injustificada.

Como ya sabréis algunos medios dijeron que Cuéllar se enzarzó con la afición rival al bajarse del autobús cuando lo que realmente pasaba es que estaba mirando a un aficionado que sufría un ataque epiléptico y estaba siendo atendido por el cuerpo sanitario del Sporting.

El incidente médico bien podría ser noticia por sí mismo dentro del ámbito del periodismo deportivo. Sin embargo, a un compañero de profesión, que apenas merece que le llame de esta forma, no lo consideró suficientemente interesante. Ni corto ni perezoso se inventó otros hechos. No es de extrañar el enfado de Cuéllar.

No deja de sorprenderme, no obstante que no haya una oleada de críticas por parte de los periodistas ante el comportamiento del reportero del medio asturiano que mintió descaradamente a la audiencia. Supongo que se debe a un concepto de solidaridad profesional mal entendida.

Me gustaría acabar esta entrada invitándoos a vosotros, fieles lectores, a reflexionar acerca de lo que buscáis cuándo os acercáis al periodismo deportivo y lo que acabáis encontrando en los artículos y tertulias de radio y televisión. ¿Es más importante el sensacionalismo que el deporte?

La prensa regional y la crisis de anunciantes

La prensa regional y la crisis de anunciantes

Anuncio de una bodega en la prensa regional.
La prensa regional acusa la pérdida de anunciantes.

Suenan las alarmas para la prensa regional en España. Si nos atenemos a datos del pasado mes de septiembre, los ingresos por publicidad de estos medios impresos han registrado caídas significativas debido a la repentina e inesperada escasez de anunciantes locales. ¿Otro capítulo más del temido y pronosticado fin de la prensa escrita?

Según algunas fuentes que he consultado desde Página Rota, cuándo estábamos a punto de decir adiós a 2015 parecía que la prensa regional había conseguido ahuyentar el fantasma de la crisis del sector e iba a disponer de unas cuentas relativamente saneadas en 2016. Sin embargo, todo esto no resultó ser otra cosa que un vano espejismo.

La inversión de empresas y marcas de carácter local ha disminuido de forma alarmante en los siete primeros meses de este año. La consecuencia directa de este hecho, claro está, es la incapacidad de la prensa regional de hacer frente a las inversiones y proyectos que tenía previstos para 2016.

De momento, la solución a este problema de la prensa regional está lejos de vislumbrarse por lo que la preocupación de los editores de esta clase de publicaciones es más que manifiesta. El futuro de un sector del periodismo vuelve a estar al borde del desastre.

Sin embargo, no hay que olvidar el marco más amplio del descalabro de la prensa en papel que se está viviendo desde e año 2008 aproximadamente. Es probable que las dificultades que atraviesa la prensa regional no sean más que la punta del iceberg de un problema más general de las cabeceras españolas.

Una cosa es segura y es que la inestabilidad política de nuestro país en los últimos meses tampoco es que ayude demasiado a mejorar la situación. Que la falta de un gobierno estable incide directamente sobre la economía es algo sobre lo que apenas hay discusión.

Quizá la prensa regional y los periodistas de otros medios deberíamos mirarnos algo menos el ombligo y considerar que los negocios locales tienen sus propios desafíos que afrontar. Ese puede ser una motivo tan válido como cualquier otro para tomar la decisión de ahorrar en materia publicitaria. Los medios no son los únicos afectados por la crisis económica.

Además, los editores de prensa regional han de enfrentarse al hecho inapelable de que la publicidad digital está ganando terreno a nivel local. Combinada con los sistemas de geolocalización de los dispositivos móviles los anuncios online resultan especialmente útiles al consumidor.

El usuario encuentra lo que necesita a un sólo click y cerca de su domicilio por lo que los anuncios tradicionales en periódicos físicos pierden parte de su atractivo y funcionalidad. La inmediatez en la compra o en el acceso a la información se ha convertido en una constante en nuestras vidas y es algo sobre lo que habría que reflexionar.

Los medios, entre los que por supuesto se incluye la prensa regional, necesitan encontrar nuevos modelos de negocio y sistemas de financiación si no quieren depender en exclusiva de un flujo inestable de anunciantes. Ese es el desafío de la prensa del Siglo XXI.