La prensa independiente en España
En estos días los profesionales del mundo de la comunicación hemos asistido a un espectáculo lamentable que pone en entredicho la existencia de un a prensa independiente y libre en España. El País, un diario que para muchos ha sido siempre una referencia sobre todo en el plano de la información internacional, ha despedido al columnista Miguel Ángel Aguilar por atreverse a hablar sobre las presiones y el control que el Gobierno ejerce sobre los contenidos mediáticos en un reportaje del diario The New York Times.
Si digo que la actuación de El País me parece indignante me quedo corta. La dirección de este periódico ha obrado de la peor forma posible. ¿Qué en The New York Times afirman que en mi medio hay censura? Pues suspendo toda colaboración con el diario estadounidense y al trabajador de mi plantilla que ha osado apoyar tal calumnia lo pongo de patitas en la calle. Muy inteligente.
Quizá algunos piensen que las medidas tomadas por El Pais están justificadas. Al fin y al cabo, ninguna empresa permitiría que uno de sus colaboradores arremetiera contra su imagen de marca. Sin embargo, no hay que olvidar que la esencia de una prensa independiente es la libertad de expresión.
¿Qué mensaje se les está dando a los españoles cuando queda patente y claro que los periodistas nos vemos obligados a oír, ver y callar? ¿Qué ha sido de la calidad informativa, la pluralidad y la objetividad? ¿Y de la responsabilidad de los medios como formadores de opinión pública?
Me sorprende y me entristece que fuera de los círculos de periodistas y comunicadores la gente no se escandalice por estos acontecimientos. Diría que la prensa independiente está en peligro de extinción pero mucho me temo que tal y como están las cosas eso no sea cierto: la prensa independiente ya ha desaparecido de la faz de la tierra.
No penséis que peco de ingenua. Sé que los medios de comunicación han estado sometidos a lo largo de la historia a los grupos de presión y al poder político en mayor o menor medida. Sin embargo, hoy en día en España se nos llena la boca hablando de democracia, de libertad y tolerancia y por lo visto sólo somos libres de tolerar los atropellos y los ataques contra la prensa independiente de aquellos que ostentan el poder.
Sinceramente, no entiendo por qué los diarios españoles se sorprenden de la pérdida de credibilidad y confianza que están acusando. Luego vendrán los lloros porque ha descendido el número de lectores y los periódicos apenas pueden sostenerse económicamente. ¡Señores, nadie paga por recibir propaganda! Lo siento, AEDE pero tus intentos por defender la situación de la prensa española no son creíbles.
Por si a los grandes jefazos de los periódicos y de los grupo de comunicación no les ha quedado claro la sociedad quiere una prensa independiente que les hable de la realidad sin pelos en la lengua y sin someterse a las directrices de tal o cual partido de un modo tan manifiesto y descarado.
Que la información tenga un sesgo ideológico determinado es inevitable pero decir sin tapujos de qué temas puede hablar un periodista y cuáles le están vedados es censura con todas las letras. Un hachazo a la prensa independiente que ni los periodistas ni el resto de la sociedad deberíamos consentir.