Etiqueta: Periodismo

¿La licenciatura de periodismo sirve para algo?

¿La licenciatura de periodismo sirve para algo?

Diploma de la licenciatura de periodismo.
La licenciatura de periodismo debería estar más valorada.

Últimamente estoy siendo testigo de un debate o más bien de una pugna entre mis compañeros de profesión sobre la importancia que se le da a la licenciatura de periodismo. Mientras algunos abogamos por que sea necesario tener la titulación para optar a ciertos puestos de trabajo otros se echan las manos a la cabeza. ¡La polémica está servida!
Más de una vez he dejado constancia por escrito en este blog, y en algunas Redes Sociales, de que para mí tener a licenciatura de periodismo es indispensable para ejercer en cualquier medio de comunicación. Sobre todo si se quiere actuar bajo unos criterios mínimos ya no sólo de profesionalidad sino también de seguridad y estabilidad laboral. ¡Bomberos periodistas! ¡Ja!
A pesar de que es de sobra conocido que una licenciatura de periodismo o de cualquier otra carrera no garantiza a nadie el firmar un contrato de trabajo con unas buenas condiciones salariales y un horario decente tener un diploma sí que le permite a una optar a mejores puestos en la empresa. La titulitis a veces beneficia a los asalariados.
Soy consciente de que este problema tiene difícil solución. Los que tenemos la licenciatura de periodismo queremos que se valore positivamente a la hora de encontrar un trabajo en un medio de comunicación pero bien es cierto que muchos colegas no tienen los estudios pero cuentan con una dilatada experiencia en el sector.
Personalmente, me gustaría que algunos compañeros de profesión entendieran que ni yo, ni los que piensan como yo, despreciamos en ningún momento su labor o los años de práctica adquiridos en este maravilloso oficio de comunicar.
Pero también me gustaría que entendieran que no voy a pedir perdón por tener la licenciatura de periodismo ni por pensar que tener la titulación ha de ser condición indispensable para entrar en el gabinete de comunicación de un ente público, por ejemplo.
Llevar muchos años ejerciendo de periodista no es excusa para no tener la titulación debidamente acreditada. Cuando yo estudiaba tenía en mi clase a varios compañeros que trabajaban en Canal Sur. La cuestión es no acomodarse ni escudarse en la experiencia profesional para desdeñar los conocimientos que se adquieren en la facultad.
En más de una ocasión y en más de dos mis prácticas universitarias consistían en corregir noticias que habían parecido publicadas en diferentes periódicos o en visionar un telediario para descubrir que planos eran adecuados a la hora de grabar una noticia y cuáles no.
En suma, que un reportaje se emita por televisión o que una noticia salga publicada en un diario no significa que las dos piezas mencionadas estén exentas de fallos. Todo el mundo se equivoca y la facultad ayuda a los periodistas a no caer o a detectar y subsanar rápidamente los errores más comunes del periodismo.
Lo que quiero decir es que el aprendizaje en el mundo de la información no se acaba nunca y por lo tanto la licenciatura en periodismo ofrece una oportunidad para ser comunicadores más eficaces y dar lo mejor de nosotros mismos a nuestra audiencia.
Es normal que la mayoría de la gente no entienda para qué sirve tener la licenciatura de periodismo. Pero los informadores deberíamos hacer un esfuerzo para que esto cambie y se nos tome realmente en serio. ¡El periodismo no se domina viendo un par de tutoriales en una tarde!

¡Feliz Navidad a los amigos de Página Rota!

¡Feliz Navidad a los amigos de Página Rota!

La Navidad suele ser el mejor momento para echar la vista atrás y hacer balance de lo que ha sucedido a lo largo del año. Desde Página Rota lo único que puedo decir es que estoy encantada de haber compartido con todos vosotros lo que significa para mí ser periodista y el papel que tiene los medios de comunicación en nuestra vida diaria.
Así que… ¡Feliz Navidad a todos! Espero que paséis lo poquito que queda de este 2015 rodeados de la familia y los amigos porque sin duda alguna disfrutar de la buna compañía y el cariño de nuestros seres queridos es la esencia de estas fiestas.

Renos compartiendo en las Redes Sociales que Papá Noel se ha atascado en una chimenea en Navidad.
Papá Noel no va a tener una feliz navidad en las Redes Sociales.

¡Os deseo que Papá Noel os haya traído muchas cosas porque sé que habéis sido muy buenos! Y por si alguno se asustó en Nochebuena porque oyó un gran estruendo en su tejado arriba tenéis una recreación del pequeño percance que sufrió Papá Noel cortesía de unos renos enganchados a las Redes Sociales. ¡Aunque se trabaje sólo en Navidad existe el riesgo de sufrir un accidente laboral!
Como no podía ser de otro modo los Reyes Magos son más sigilosos… Están adaptados a las costumbres españolas y no necesitan una chimenea para entrar a dejar los regalos. ¡Pero cuidado con pedirles imposibles! Internet no llega igual a todas partes ni con la ayuda de la magia de la Navidad…

Reyes Magos riéndose de que un hombre les pida Internet de calidad y barato esta Navidad.
La magia de la Navidad no hace que Internet llegue a todas partes.

¿Os he arrancado una sonrisa? Misión cumplida, entonces. Realmente, Página Rota no sería lo mismo sin vosotros.
¡Disfrutad del día de Navidad y no os paséis con el turrón y los polvorones! ¡Página Rota vuelve la semana que viene con nuevos contenidos!

HTML para periodistas: ¿Por qué es importante?

HTML para periodistas: ¿Por qué es importante?

Código básico de HTML de una página web.
Saber algo de HTML es útil para los periodistas digitales.

El HTML, HyperText Markup Language, es el lenguaje que se emplea para crear las páginas web. Hasta aquí no creo haberle descubierto nada nuevo a nadie pero con el auge de la era tecnológica y la vorágine digital en la que estamos inmersos los redactores y creadores de contenidos se impone la pregunta: ¿Para qué le sirve este código a los periodistas?
He de confesar que hasta que no realicé el curso de Introducción al Desarrollo Web, certificado por el Instituto de Economía Internacional que se encuentra dentro de la iniciativa Google Actívate, era una escéptica respecto a la utilidad del HTML para un periodista. ¡Qué tendrá que ver la comunicación y la informática!
Sin embargo, hay que reconocer que poseer ciertos conocimientos someros acerca de los entresijos de la creación y publicación de páginas web tiene sus ventajas para los profesionales de la información que dependemos del medio online para nuestro trabajo.
En mi opinión, uno de los aspectos positivos de que el código HTML no le suene a chino a un periodista es sin lugar a dudas el tiempo que se gana en lo referente a la detección y solución de problemas sencillos en una web.
Por ejemplo, saber que cuando se ven símbolos extraños en lugar de letras en la pantalla del ordenador, el móvil o la Tablet se debe a un fallo con el juego de caracteres ya es un primer paso.
Aunque no es tarea del periodista arreglar esta incidencia sí que puede avisar al técnico responsable e incluso encargarse de corregir errores simples en la página del medio o la plataforma de contenidos en la que trabaje recurriendo al HTML. ¡Un ahorro de tiempo y esfuerzo!
Y conocer los sitios online, como la del W3C, que te detectan los errores en el código HTML de cualquier página evita más de un dolor de cabeza cuando algún elemento de la web decide volverse loco y no funcionar como debiera.
Pero lo fundamental en el campo de la comunicación y la información es otra cosa. En HTML5 se incluyen algunas etiquetas semánticas, algunas palabras de este lenguaje que ayudan a que los buscadores comprendan mejor el contenido que almacenan las páginas web.
En un contexto en el que periodistas, blogueros y comerciantes online competimos ferozmente por posicionarnos en la primera página de los buscadores y lo más arriba posible estas etiquetas de contenido semántico de HTML5 son un auténtico filón para que una empresa, blog o proyecto alcance mayor grado de visibilidad.
Y ahí es donde entramos los periodistas. La formación continua es parte intrínseca de nuestra profesión y es responsabilidad nuestra conocer y emplear en la medida de nuestras posibilidades cualquier tipo de herramienta que contribuya a mejorar la eficacia de nuestra labor informativa y divulgativa.
En marketing digital esto entraría dentro de los elementos SEO denominados on page. En otras palabras, se trata de factores de posicionamiento web que dependen del creador o los responsables de la web. Se pueden implementar fácilmente.
En suma, el HTML es uno de los pilares sobre los que descansa cualquier página o medio online por lo que contar con las claves para interpretarlo será positivo a la hora de prevenir o detectar fallos de navegación o a la hora de posicionar adecuadamente los contenidos. ¡Atrévete a descubrir que hay detrás de tu sitio web!

¿El post es un nuevo género periodístico?

¿El post es un nuevo género periodístico?

¿El post debería tratarse como un género periodístico?
¿Es el post un género periodístico al uso?

El otro día leí un artículo que me sorprendió. Abría una especie de debate acerca de si la redacción de un post para un blog entraba dentro de los géneros periodísticos de toda la vida: la noticia, la entrevista, la crónica, el reportaje, el editorial… ¿Internet ha alterado los parámetros tradicionales de redacción que usamos los periodistas?
Sinceramente, creo que hacerse esa pregunta es empezar la casa por el tejado porque la primera cuestión que hay que resolver es qué se entiende exactamente por género periodístico.
Espero que los compañeros de profesión que lean estas líneas sepan perdonarme que dedique cierto espacio a señalar lo que para todo periodista es obvio. Sin embargo, eso es mejor que confundir a los demás lectores.
En fin, los llamados géneros periodísticos no son otra cosa que una clasificación que utilizamos los redactores para distinguir las diferentes clases de texto con las que trabajamos. Para no extenderme mucho, pondré un ejemplo sencillo: Las noticias que trae la portada de un periódico no son iguales a las columnas de opinión que aparecen en la parte de atrás.
Mientras que las noticias sirven para abordar un tema de actualidad de un modo más o menos objetivo en las columnas lo importante es el punto de vista de quien las escribe y no tienen por qué tratar de un suceso tan reciente.
Entonces… ¿Un post de un blog es un género periodístico sí o no? El asunto es espinoso pero tal y como yo lo veo estos textos en sí mismos no entran dentro de los géneros periodísticos. La razón es que bajo el nombre de post puede escribirse cualquier cosa. Se puede hacer una crítica a un evento cultural, una noticia, un texto literario…
A ver, en mi caso puedo decir que los post que escribo aquí en Página Rota sí que siguen ciertos patrones de la redacción periodística como, por ejemplo, presentar en el primer párrafo de qué voy a hablar y por qué. Sé que normalmente me salto tres de las 5W pero es que no estoy haciendo una noticia sino una entrada de un blog.
Lo que quiero decir es que aunque un post esté escrito por alguien dedicado al periodismo estos textos no son propiedad exclusiva de los comunicadores. Los blogs están concebidos para que todo el que quiera pueda compartir con otros su opinión, sus aficiones o sus conocimientos a través de la red y nadie puede reclamar como propio este vehículo de expresión.
El mayor atractivo que posee un post es que es libre y no está sujeto a rígidas normas de redacción como ocurre en el caso de otros géneros periodísticos. ¿Os imagináis una entrevista que no se atenga a la estructura de pregunta-respuesta? Sería impensable.
No obstante, ese libre albedrío del que goza el autor de un post es un arma de doble filo porque a veces provoca que la calidad del contenido se resienta al no estar debidamente estructurado, por ejemplo. Nadie quiere leer un texto que no vaya a ninguna parte. ¡Incluso los chistes tienen un sentido y un final! Anda que no fastidia cuando nos dejan un chascarrillo a medias y no le pillamos la gracia…
En resumidas cuentas, creo que un post no es un género periodístico tanto por la gran variedad de formatos que entran dentro de eta categoría como por la disparidad de los contenidos que encierran. Una entrada de un blog puede tener dos líneas o veinte párrafos, por ejemplo.
Y en cuanto al contenido, la entrada sobre la ensaladilla de un blog de cocina no es comparable a otra acerca de los beneficios del ahorro energético en un blog de consumo. La relevancia del tema o el lenguaje que emplean ambos post no tienen nada que ver.
Sé que para un periodista acostumbrado a pensar en número de palabras, tiempos verbales o longitud de frases es duro pensar que no todo el mundo le concede importancia a esas cosas. ¡Pero eso no es excusa para que se deban encajar los post dentro de los géneros periodísticos a toda costa sólo porque ahora se utilicen como herramienta de comunicación!

La opinión pública en los medios

La opinión pública en los medios

La opinión pública se compone de múltiples voces.
La opinión pública se compone de múltiples voces.

Hoy me he levantado con ganas de hablar sobre la influencia de los medios de comunicación en la formación de la opinión pública. O dicho de otro modo y con palabras menos grandilocuentes: ¿Condicionan los medios nuestros modos de pensar?
El otro día, haciendo un poco de zapping mañanero para ver algo en la tele mientras desayunaba, escuché un comentario en un debate que me hizo mucha gracia. Estaban hablando sobre las elecciones catalanas del 27-S.
Alguien apuntó que el actual auge del debate sobre la independencia de Cataluña se debe a que la Generalitat ha invertido una gran cantidad de dinero en anuncios y campañas sobre este asunto.
Inmediatamente, otro tertuliano replicó escandalizado que si los españoles éramos tan tontos como para que nos manipularan de una manera tan vil y descarada. Pues mira por dónde yo pienso que sí. Con ciertos matices, claro. ¡Y que nadie se ofenda porque yo también me incluyo en el saco!
A ver, para no llevar a ningún lector a confusión creo que es conveniente hacer un paréntesis en el artículo e introducir una pequeña definición de opinión pública. Este concepto puede traducirse como los diversos puntos de vista de la sociedad sobre un tema de interés.
Por supuesto, la opinión pública no es estática y puede cambiar con el paso del tiempo. Hace no tantos años, por ejemplo, habría sido inaceptable que una mujer se incorporase al mundo laboral y prefiriera triunfar en su carrera a tener hijos y fundar una familia.
Como todos sabemos, los medios de comunicación están muy presentes en nuestra vida diaria por lo que son instrumentos excelentes para sondear y orientar a la opinión pública. No quiero decir con esto que sea imposible tener ideas propias.
Pero el constante bombardeo informativo a base de comunicados de prensa, telediarios, Redes Sociales y artículos en páginas web hace que sea una quimera no dejarse influir hasta cierto punto por la opinión pública mayoritaria.
Teniendo en cuenta que el espacio y el tiempo del que disponen los medios para informar siempre son limitados no es de extrañar que pongan el énfasis en unas noticias y desechen otras. Y esta es precisamente la causa de su gran peso en la formación de la opinión pública.
Al final, todos acabamos centrando nuestra atención en unos pocos temas de actualidad y absorbemos en mayor o menor medida los puntos de vista que nos trasladan los medios. Vale, es cierto que cualquier persona tiende a prestar más atención y a otorgar mayor credibilidad a aquellas ideas que le son afines pero aun así nadie es inmune a los Mass Media.
Aunque parezca mentira, una cosa son las ideas individuales de cada uno y otra muy distinta la opinión pública que al final sale a la luz. En los debates sociales las posturas tienden a polarizarse en bandos muy definidos mientras que la gente de la calle muestra una actitud más abierta y diversa ante los detalles y pequeños matices de opinión.
En suma, la formación de la opinión pública no es algo racional. No es que los españoles seamos tontos pero en cierto sentido es inevitable dejarse arrastrar por la corriente del pensamiento dominante que trasladan los medios.
Sé que es duro de aceptar pero el libre acceso a la información no es garantía de una opinión pública libre y plural. Al final, las voces y problemas sociales que no aparecen en los medios no existen y nuestras grandes preocupaciones diarias se deciden cada mañana en las reuniones de redacción.